domingo, 27 de marzo de 2011

Convencimiento


“Y lo que no nos pueden perdonar los imperialistas es que hemos hecho una Revolución socialista en las propias narices de Estados Unidos”. La frase es parte de un discurso de Fidel Castro, pronunciado después de la victoria en Playa Girón.
Las imágenes las vi por televisión. De todas ellas, la que más me impresionó fue la de un muchacho, de veintidós años, revolucionario, que peleó voluntariamente por la causa. A él, a Eduardo García Delgado, lo cruzó un misil que le partió los huesos. Sin embargo, como si se tratase de un dibujito animado que resiste hasta lo inverosímil, mientras se moría, con su sangre misma escribió FIDEL en una pared.

No hay comentarios:

Publicar un comentario