jueves, 24 de marzo de 2011

Cómo te lo digo


Los cubanos se soplan las palabras y sus oídos agudos captan los significados. Hablar en castellano no alcanza para seguir el rastro de esas palabras arrastradas, dichas por lo bajo.
Pero entre ellos, los cubanos, se entienden a la perfección. Acaso lo establecido, el orden de cómo se dice lo que se dice, no tenga cabida en la revolución del discurso. Es desde allí donde los cubanos construyen su realidad.

Ad hoc
Cuando uno saluda al pasar, el cubano corresponde con una contestación. Al menos emiten un sonido que lleva a la suposición de creer que uno también fue saludado. Ahora, qué es lo que dicen vaya uno a saber. Ese misterio lo conservan muy bien.

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