Para poder viajar a la Argentina y reencontrarse con su hijo, ella, Julia, pensó en ella. Acaso ella también había sido pobre, como ella. Y fue hasta las calles C y Calzada para implorarle; para esto nadie mejor que ella, tan argentina, tan humilde, me dijo ella, Julia.
Si finalmente logra viajar a la Argentina, ninguna persona podrá quitarle de la cabeza que fue gracias a Eva Perón, cuyo busto se encuentra emplazado en una esquinita de La Habana.
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